Un croissant es un hojaldre mantecoso. Elaborado con masa laminada, requiere harina, levadura, azúcar, sal, mantequilla y agua. La masa se dobla y se extiende varias veces para crear capas, un proceso esencial para su textura hojaldrada. Tras mezclar, fermentar, extender y dar forma, la masa se hornea a la perfección.
🍫 Croissant de Chocolate: Un clásico croissant relleno de delicioso chocolate.
🥐 Croissant de Almendra: Un croissant relleno con crema de almendra y cubierto con almendras enfiladas y azúcar flor.
🍪 Crookie: Un híbrido que combina el croissant y galleta para una deliciosa fusión de texturas y sabores.
💚 Croissant de Pistacho: Un croissant relleno con crema de pasta de pistacho y en algunas ocasiones cubierto con pistachos picados.
🌱 Croissant vegano: Un croissant hecho son productos de origen animal, utilizando ingredientes plant-based para una deliciosa alternativa.
🍩 Cronut: Un cruce entre un croissant y un donut, con las capas hojaldradas de un croissant y la forma y textura de un donut.
🍞 Croissant Pan: Pan elaborado con masa de croissant, que ofrece la textura mantecosa y hojaldrada de un croissant en forma de hogaza.
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El croissant tiene raíces tanto en la tradición culinaria austriaca como en la francesa. Su origen se remonta al kipferl, un pastel austriaco con forma de medialuna, cuya historia se remonta a la Edad Media. Sin embargo, la leyenda más famosa cuenta que se creó para celebrar la derrota del Imperio Otomano durante el asedio de Viena en el siglo XVII. Se dice que los panaderos vieneses elaboraban pasteles que se asemejaban a la luna creciente de las banderas otomanas. A principios del siglo XIX, el panadero austriaco August Zang introdujo el croissant en Francia, donde se adaptó sustituyendo la masa brioche original por hojaldre. Si bien el croissant tiene orígenes austriacos, se convirtió en un símbolo de la cocina francesa tras su refinamiento y popularización.
Un croissant tradicional se elabora con unos pocos ingredientes. La base es harina, que puede ser harina común o harina de fuerza. La mantequilla es un componente crucial, utilizada generosamente para crear las características capas hojaldradas del croissant. Se añade levadura para levar la masa, ayudándola a levar y lograr su textura ligera y esponjosa. A menudo se incorpora leche para darle cuerpo a la masa. Se utiliza un toque de azúcar para darle al croissant un toque dulce y se añade sal para realzar el sabor. Normalmente se utiliza agua para aglutinar la masa, creando una consistencia suave y maleable.
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La última tendencia gira en torno al croissant plano, o croissant aplastado, originario de Corea y que ahora está causando sensación en todo el mundo. ¿Te intriga este pastel tan de moda?
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